CULTURA

 


DISTINTOS CONCEPTOS DE CULTURA

La cultura consiste en una lista de tópicos o categorías, tales como organización social, religión, o economía

La cultura es la herencia social, o la tradición, que se transmite a las futuras a las generaciones

La cultura es el comportamiento humano compartido y aprendido, un modo de vida

La cultura son ideales, valores,
o reglas para vivir

La cultura es la manera que los seres humanos solucionan problemas de adaptación al ambiente o a la vida en común

La cultura es un complejo de ideas, o los hábitos aprendidos, que inhiben impulsos y distinguen a la gente de los animales

La cultura consiste en ideas, símbolos, o comportamientos, modelados o pautados e interrelacionados.

La cultura se basa en los significados arbitrariamente asignados que son compartidos por una sociedad


LA CULTURA SEGÚN A. GIDDENS

Anthony Giddens (sociólogo inglés, 1938) estableció que la cultura es la PRODUCCIÓN MATERIAL y SIMBÓLICA realizada por el hombre. Es todo aquello creado por el hombre y el significado que a eso el propio hombre le da.

Dentro de una misma cultura existen grupos que crean sus propios significados. Si bien comparten la generalidad cultural, tienen formas de manifestarse que los identifica y diferencia.

Muchas veces creemos que la única forma cultural aceptada es la nuestra y NO COMPRENDEMOS a otras.

Se denomina ETNOCENTRISMO al acto de ver y analizar al mundo según las pautas de MI cultura exclusivamente.

El ETNOCENTRISMO llevado a un extremo puede transformarse en DISCRIMINACIÓN  y en otras circunstancias también en XENOFOBIA.

1.- ¿Cómo  y cuándo adquirimos y transmitimos cultura?

2.- ¿A qué nos referimos con producciones materiales y simbólicas? Busca por lo menos dos ejemplos de la cultura uruguaya.

3.-  Las palabras:  etnocentrismo, discriminación, racismo  y xenofobia. ¿Se relacionan con el tema "cultura"?  Busca su significado 

4.- Ahora cita ejemplos que se hayan dado a lo largo de la historia y/o que se den actualmente de cualquiera de ellos.




Los componentes principales de la cultura

Resumen del capítulo 5 del libro “SOCIOLOGÍA” de Macionis y Plummer 4ª edición.

Aunque las culturas que encontramos en todas las naciones del mundo difieren de varias maneras, todas ellas  parecen construirse a partir de cinco componentes principales: símbolos, lenguaje, valores, normas y cultura material.

1. Símbolos

Los seres humanos no solo percibimos el mundo a nuestro alrededor como hacen las demás criaturas; nosotros construimos una realidad de significados. Al hacer esto, los humanos transformamos elementos del mundo en símbolos, cualquier cosa que contiene un significado especial reconocido por aquellas personas que comparten una cultura. Un silbido, unos grafitis sobre una pared, una luz roja parpadeante, un puño elevado en alto, etc.; todos ellos son símbolos. Podemos ver la capacidad humana para crear y manipular símbolos reflejada en los muchos significados diferentes asociados con el simple acto de guiñar un ojo. En algunos contextos esta acción expresa interés; en otros, comprensión; y aún en otros, un insulto.

Somos tan dependientes de nuestros símbolos culturales que los damos por supuestos. Pero al entrar en contacto con una sociedad extraña se nos hace evidente el poder de los símbolos al experimentar el choque cultural: la incapacidad de «entender» los significados de lo que nos rodea. Nos sentimos perdidos y aislados, inseguros de nuestra manera de actuar, y en algunos momentos aterrorizados. El choque cultural es un proceso en dos partes. Por una parte es algo que experimenta el viajero cuando se encuentra con personas cuya forma de vida no le resulta familiar. Por otra parte, es también lo que el viajero inflige a los demás actuando de una manera que puede llegar a ofenderles. Por ejemplo, como los británicos consideran que los perros son adorables animales de compañía, los que viajan a las regiones del norte de la República Popular China pueden sentirse horrorizados al encontrarse con personas que comen perro asado. Por otra parte, los viajeros procedentes de países del sureste asiático pueden escandalizarse al comprobar la cantidad de alcohol que consumen los europeos.

Los símbolos culturales también cambian con el paso del tiempo. Los pantalones vaqueros se crearon hace más de un siglo como una prenda de ropa resistente y barata para los trabajadores. En el clima político liberal de la década de 1960, los pantalones vaqueros se convirtieron en una prenda popular entre los estudiantes ricos (muchos de los cuales los llevaban simplemente para parecer «diferentes» o quizás para identificarse con los trabajadores). Una década más tarde, los «pantalones vaqueros de marca» surgieron como «símbolos de estatus» con un elevado precio que ofrecía contenían un mensaje bien distinto. En estos últimos años, los vaqueros siguen siendo tan populares como siempre; muchas personas los eligen como su ropa diaria. Pero otros llevan vaqueros de marca para establecer diferencias con los demás. Los vaqueros no poseen un significado simbólico fijo. En suma, los símbolos permiten a las personas que sus vidas cobren sentido, y sin ellos la existencia humana carecería de significado. Manipular correctamente los símbolos nos permite relacionarnos fácilmente con los demás dentro de nuestro sistema cultural.




2. El lenguaje

El lenguaje, el componente más importante de la cultura, es un sistema de símbolos que permite a los miembros de una sociedad comunicarse entre sí. Los símbolos toman la forma de palabras habladas o escritas, que son culturalmente variables y que se componen de varios alfabetos e ideogramas utilizados en todo el mundo. Incluso varían las convenciones para la escritura: en general, las personas de las sociedades occidentales escribimos de izquierda a derecha, las personas en África del norte y oeste de Asia escriben de derecha a izquierda, y las personas de Asia oriental escriben de arriba abajo. Según los últimos recuentos, hay 6.912 lenguas en el mundo (Gordon, 2005).

El inglés es la lengua materna de cerca del 10 por ciento (600 millones) de la población mundial, y el español es la lengua oficial del 6 por ciento (350 millones) de la humanidad. Aunque estas son las lenguas principales, existen miles de lenguas minoritarias (se estima que su número varía entre cinco y seis mil). (…)




Lenguaje y reproducción cultural

Para los pueblos de todo el mundo, el lenguaje es el medio principal de reproducción cultural, el proceso por el cual una generación transmite su cultura a la siguiente generación. Exactamente como nuestros cuerpos contienen los genes de nuestros antepasados, nuestros símbolos llevan nuestra herencia cultural. El lenguaje nos proporciona el poder de acceder a cientos de años de sabiduría acumulada. A través de la historia humana, los pueblos han transmitido la cultura a través del lenguaje hablado, un proceso que los sociólogos llaman tradición cultural oral, transmisión de la cultura a través del lenguaje hablado. Tan solo hace unos 5.000 años los humanos inventaron la escritura, e incluso entonces, solo unos pocos privilegiados aprendían a leer y a escribir. No fue hasta el siglo XX cuando las naciones (por lo general los países industrializados con rentas elevadas) pudieron sentirse orgullosos de una alfabetización universal.

En países con rentas bajas, los índices de analfabetismo varían desde el 30 por ciento (República Popular de China) hasta un elevado 80 por ciento (Sierra Leona en África). El lenguaje no solo nos ayuda a relacionarnos con los demás y con el pasado, también liberan la imaginación humana. Conectando los símbolos en nuevas formas, podemos concebir un abanico casi ilimitado de posibilidades futuras. El lenguaje (tanto hablado como escrito) nos distingue a los seres humanos como las únicas criaturas que poseemos autoconciencia, que tenemos presentes nuestras limitaciones y que somos conscientes de la muerte. Pero nuestra capacidad simbólica también nos permite soñar con un mundo mejor, y trabajar para que ese mundo se haga realidad.

3. Valores y creencias

 Los valores son pautas morales que utilizan las personas para juzgar lo que es bueno y lo que es malo, y que varían entre las diferentes culturas. Los valores son normativos: declaraciones acerca de lo que debería existir en términos éticos y morales, y son los principios generales que subyacen a las creencias, declaraciones específicas que las personas sostienen que son verdaderas. Mientras que los valores son patrones abstractos que establecen lo que está bien y lo que está mal, las creencias son asuntos determinados que los individuos consideran como ciertos o falsos. Los valores y las creencias culturales no solo influyen en cómo percibimos nuestro entorno, también forman parte del núcleo de nuestro punto de vista moral del mundo. Aprendemos de nuestras familias, de nuestras escuelas y de nuestras organizaciones religiosas a pensar y actuar de acuerdo con unos principios aprobados, a perseguir objetivos que merecen la pena, y a creer un sinfín de verdades culturales mientras que rechazamos sus alternativas como falsas.



4. Normas

 En China, una persona que sienta curiosidad acerca del sueldo que cobran sus colegas lo pregunta sin mayor problema. En Europa, se considera que esta pregunta es de mala educación. Estos patrones ilustran el funcionamiento de las normas: reglas y expectativas por las cuales una sociedad guía la conducta de sus miembros. (…) Las normas más importantes se aplican virtualmente en todas partes y en cualquier momento. Por ejemplo, los padres esperan obediencia por parte de sus hijos estén donde estén. Por el contrario, muchos convencionalismos normativos dependen del contexto específico. En Europa, esperamos que el público aplauda al final de un concierto; pero no se nos ocurre hacerlo cuando un sacerdote o un rabino acaba su sermón.


Costumbres y usos populares

(…) Debido a su importancia, las personas desarrollan un vínculo afectivo con las costumbres y las defienden públicamente. Además, las costumbres se aplican a todos, en todas partes, todo el tiempo. La violación de las costumbres (como la prohibición de nuestra sociedad de relaciones sexuales entre una persona adulta y un menor de edad) generalmente provoca el rechazo y una fuerte reacción por parte de los demás miembros de la sociedad. Sumner utilizó en término folkways (usos populares) para designar las costumbres de una sociedad como consecuencia de la rutina y de la interacción ocasional. Los usos populares, que poseen menos significado moral que las costumbres, incluyen nociones acerca de la ropa adecuada, los saludos apropiados y los actos de cortesía. En resumen, mientras que las costumbres distinguen entre lo correcto y lo incorrecto, los usos populares trazan una línea que separa lo apropiado de lo inapropiado. Como son menos importantes que las costumbres, las sociedades permiten a los individuos un cierto margen de criterio personal en aquellos asuntos que involucran usos populares, y castigan las infracciones con benevolencia. Por ejemplo, un hombre que no lleve corbata en una cena formal es, en el peor de los casos, culpable de romper la etiqueta. Sin embargo, si el hombre acudiera a la cena llevando solo la corbata, estaría desafiando las costumbres sociales y recibiría una sanción más severa.






5. Cultura material

Además de elementos intangibles como los valores y las normas, cada cultura abarca un amplio repertorio de creaciones humanas tangibles que los sociólogos llaman artefactos. Los chinos comen con palillos en lugar de utilizar cuchillos y tenedores, los japoneses colocan esterillas en lugar de alfombras sobre el suelo, y muchos hombres y mujeres en la India prefieren llevar una prenda de vestir suelta en lugar de la ropa más ajustada común en la mayor parte de Europa. La cultura material de los pueblos que no conocemos nos puede resultar tan extraña como su lengua, sus valores o sus normas.




Etnocentrismo y relatividad cultural

Pensamos en la infancia como en una etapa de inocencia y libertad. Sin embargo, en países pobres las familias dependen de los ingresos que aportan los niños. De modo que lo que las personas de una sociedad piensan que es algo correcto y natural, personas de otros lugares lo encuentran desconcertante e incluso inmoral. Quizás el filósofo chino Confucio tenía razón cuando afirmó que «Todas las personas somos iguales; son solo los hábitos los que nos hacen diferentes». Casi cada hábito social que podamos imaginar está sujeto al menos a alguna variación alrededor del mundo, y estas diferencias causan a los viajeros sorpresa y angustia en casi igual medida. La tradición en Japón es dar nombre a los cruces en lugar de las calles, una práctica que por lo general confunde a los europeos, por ejemplo, que hacen lo opuesto; los egipcios se acercan mucho a su interlocutor durante una conversación, lo que irrita a los visitantes extranjeros que están acostumbrados a mantener una cierta distancia de «espacio personal»; los cuartos de baño tienen un grifo con agua pero carecen de papel higiénico en casi todo Marruecos, lo que provoca gran perturbación entre los occidentales que no están acostumbrados… ¡a utilizar la mano izquierda para la higiene personal!

Como una cultura determinada es la base para la realidad de cada uno, no es de extrañar que las personas de todo el mundo muestren un cierto grado de etnocentrismo, la práctica de juzgar otra cultura según los patrones y las referencias de la cultura de uno. Por un lado, un cierto nivel de etnocentrismo es inevitable si las personas tienen que estar emocionalmente vinculadas a un sistema cultural. Pero, por otra parte, el etnocentrismo produce incomprensión y algunas veces conflicto. Por ejemplo, tomemos el asunto aparentemente trivial de que las personas en Europa se refieran a China como el «Lejano Oriente». Este término, que carece de sentido para los chinos, es una expresión etnocéntrica para una región que está lejos al este de Europa. Por su parte, los chinos se refieren a su país con una palabra que se puede traducir como «Reino del Medio», sugiriendo que, como nosotros, ven su sociedad como el centro del mundo. ¿Existe una alternativa al etnocentrismo? La alternativa lógica es imaginar los rasgos culturales no familiares desde el punto de vista de ellos en lugar del nuestro. El observador casual de un granjero amish de Pennsylvania, que cultiva cientos de hectáreas con un arado tirado por caballos en lugar de un tractor, podría rechazar esta práctica como totalmente atrasada e ineficaz. Pero, desde el punto de los amish, el trabajo duro es uno de los fundamentos de la disciplina religiosa. Los amish son muy conscientes de que existen tractores; simplemente creen que utilizar este tipo de maquinaria sería su ruina. Este enfoque alternativo, llamado relativismo cultural, consiste en la práctica de juzgar una cultura según sus propios patrones y referencias. El relativismo cultural es una actitud difícil de adoptar porque requiere no solo que comprendamos los valores y las normas de la otra sociedad sino también que dejemos en suspenso los patrones y las referencias culturales que hemos conocido durante toda nuestra vida. Pero, a medida que los pueblos del mundo entran en contacto creciente los unos con los otros, necesitamos hacer frente a la necesidad de comprender otras culturas más a fondo. El mundo necesita una mayor comprensión cultural, pero el relativismo cultural presenta problemas intrínsecos. Virtualmente cualquier tipo de conducta se practica en algún lugar del planeta; ¿significa esto que todo es igualmente válido? Solo porque las familias de la India y de Marruecos se beneficien de tener a sus niños trabajando largas jornadas, ¿se justifica el trabajo infantil? Resulta difícil apreciar y comprender otras culturas y aún mantener algún sentido de un estándar universal. No existen respuestas simples a estas preguntas. Evite realizar juicios apresurados, y procure observar el mundo con una mentalidad abierta. Intente imaginar el asunto que le ocupa desde el punto de vista del otro en lugar del suyo. Después de una reflexión cuidadosa, intente evaluar una costumbre poco familiar. Después de todo, no existe ninguna ventaja en aceptar pasivamente todas las prácticas culturales. Pero, al juzgar a los demás, tenga en cuenta que (a pesar de sus esfuerzos) nunca podrá ver como otros lo hacen. Después dé la vuelta al argumento y piense acerca de su propia forma de vida como otros podrían verla. Si sigue este procedimiento obtendrá una mejor comprensión de su propia cultura.

 PARA PENSAR.....

1.-  Respecto de Uruguay: Piensa algún ejemplo de símbolos culturales, de expresiones de lenguaje, costumbres, creencias  o valores típicamente "uruguayos"

2.- Piensa cuántas veces has juzgado costumbres, hábitos o formas de actuar de otras personas ya sea en forma directa o indirecta por ejemplo al mirar un programa de televisión o un video en youtube.

3.- ¿Consideras que la cultura es estática o cambiante? En base a qué elementos cambia la cultura?

4.- ¿Cómo transmitimos cultura?

5.- ¿Has entendido el término "etnocentrismo? ¿Puedes explicarlo?

6.- ¿Qué es el relativismo cultural?


EJERCICIO: Te doy algunas imágenes y te desafío a que: 

a.- Nombres el país/pueblo/ciudad a que pertenece

b.- Establezcas si es un objeto material o simbólico de la cultura




Hacemos lo mismo pero con términos y expresiones del lenguaje:

1.- Pibe
2.- Chabón
3.- La celeste
4.- Championes
5.- O.K
6.- Oh my God!!
7.- El colectivo
8.- El bondi
9.- Ahorita voy
10.- Burger
11.- Pololo
12.- La recámara
13.- Refuerzo de jamón
14.- Orsai
15.- Penalty

 

 

 

 

 

 

 

 

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